El enfoque clínico de orientación Sistémico-Relacional se define a partir de una concepción ontológica del sujeto como emergente de sus relaciones históricas y contingentes. Se posiciona de manera crítica frente a la realidad en tanto hecho establecido y considera la construcción, la desconstrucción y el principio de responsabilidad como expedientes fundamentales. Adhiere a la Teoría de Sistemas en tanto perspectiva teórico-metodológica adecuada tanto para la labor práctica como para la investigación en el dominio de la psicología clínica de adultos y, conforme a ello, procura desarrollar diversos abordajes individuales, comunitarios y grupales, además de implementar estudios sobre problemáticas relativas a la salud mental, entendida como un aspecto singular, relacional y social, a través de un modelo formativo que responde a un proceso global de reflexión del cual cada estudiante es co-responsable.